El Estudio PASOS Longitudinal 2022-2025 de la entidad de Pau Gasol, dado a conocer este lunes en Sant Boi de Llobregat, analiza la evolución de los estilos de vida de 701 de los participantes de la primera edición, quienes entonces tenían entre ocho y 16 años, tras un promedio de tres años y medio de seguimiento. Uno de los ámbitos prioritarios que analiza es el uso de las pantallas.
Así, la media de minutos diarios dedicados a las pantallas ha crecido 99,32 minutos para los días entre semana y 91,51 minutos en el fin de semana entre la población participante, con un rango de edad actual entre 10 y 22 años.
Este aumento diario se traduce en un incremento semanal de 11,33 horas y un aumento anual de 590,6 horas.
Más pantallas y menos deporte
El estudio, presentado por el investigador principal de PASOS, Santi F. Gómez, revela que el porcentaje de personas que siguen la recomendación de dedicar un máximo de dos horas a las pantallas ha caído más de 35 puntos respecto de las cifras recabadas en 2019 y 2020: ahora, un 20,6 % de los participantes dicen seguir las guías, mientras que, entonces, fueron el 56,3 %.
En materia de salud mental, el malestar psicológico ha aumentado: un 35,6 % de la población estudiada declara sentirse preocupada, triste o infeliz, mientras que en el momento basal -el primer informe-, era un 18,3 %.
La actividad física y el seguimiento de la dieta mediterránea son dos factores que también han caído en el estudio de seguimiento.

Mientras que en el momento basal los participantes dedicaban 135,26 minutos diarios a una actividad física de intensidad moderada a vigorosa, en el último estudio esta cifra cae a los 117,25 minutos diarios.
Esta bajada se traduce en que, a lo largo de un año, los adolescentes y jóvenes estudiados están disminuyendo su tiempo de deporte en más de 4,56 días completos.
La adherencia a la dieta mediterránea también cae, pero en menor proporción: en el primer estudio, la puntuación media fue de 7,13 puntos y, actualmente, es de 6,57 puntos.
“Un reto de salud pública”
El evento también ha contado con la presencia de la ministra de Sanidad, Mónica García, y del presidente de Gasol Foundation, el exjugador de baloncesto Pau Gasol, que ha pedido “modificar la percepción social e institucional de la obesidad infantil” para alejarla de enfoques “pesocentristas, estéticos o individualistas”.
“La obesidad infantil es un reto de salud pública, con múltiples determinantes sociales, y no es una elección o una responsabilidad individual”, ha subrayado.
Gasol también ha reclamado que se revisen los sistemas de vigilancia, para evitar que estos estigmas influyan en la selección de participantes y, así, garantizar que los datos sean “lo máximo de representativos posibles”.
Por su parte, Mónica García ha recalcado que la obesidad infantil es un síntoma más de una problemática más amplia: “Debajo están todas las desigualdades sociales, las inequidades y las preocupaciones de las familias que tienen menos recursos”.
De hecho, ha reiterado la necesidad de tener “todos los radares” activados, tanto en los centros educativos como en la “sociedad civil”, para que alerten de “dónde está el problema y de cómo se puede atajar”.