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El 41,1 % de los varones entre los 11 y los 21 años en Portugal legitima la violencia sexual en las relaciones de pareja, según un informe de la Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta (UMAR).
De acuerdo a estas estadísticas, en general, los varones encuestados legitiman en mayor porcentaje que ellas distintas formas de violencia en las relaciones.
UMAR define «legitimar» no considerar como violencia los comportamientos abusivos sobre los que se pregunta a los jóvenes en este estudio.
En concreto, el 64,1 % de los varones legitima el control a su pareja, mientras que el 39,9 % lo hace con la persecución o acoso.
El 44 % de los jóvenes no considera violencia los abusos psicológicos
Asimismo, el 44 % no considera como violencia los abusos psicológicos, ni 25,5 % los que se producen redes sociales, ni el 13,9 % los físicos.
Por contra, el 46,8 % de las jóvenes legitima el control, el 24 % la persecución, 24,9 % la violencia psicológica, el 20,8 % la sexual, el 13,6 % la que se realiza en redes sociales y el 6,3 % la física.
UMAR destaca que, dentro de las conductas incluidas en la categoría de control, el 19,6 % de las chicas responde que su pareja les había prohibido vestir alguna prenda. Por su parte, el 39,8 % de los chicos legitima este comportamiento.
En el apartado de violencia sexual, es significativa la diferencia entre varones y mujeres en casos como «presionar a la otra persona para besarla delante de amigos», donde el 20,4 % de ellas lo legitima, frente al 38,6 % de ellos.
Si se toma en cuenta quién se declara haber sido víctima de alguna forma de violencia en una relación íntima, el 57,7 % de jóvenes que se declararon pertenecientes a un género diferente al masculino o femenino dijo haber sufrido control de su pareja, frente al 47,1 % de las que identificaron como mujeres y el 43,2 % de los que lo hicieron como hombres.
Las mujeres y personas de otros géneros sufren más violencia psicológica
El porcentaje se dispara en las personas de otros géneros víctimas de violencia psicológica (el 70 %) y persecución (el 60 %), y es también superior cuando se habla de violencia sexual (25 %), en comparación con el 41,8 %, 21,5 % y el 21,1 %, respectivamente, de las chicas que se declaran como tales.
En el caso de los jóvenes que se identifican como varón el 36,8 % afirma haber sido víctima de violencia psicológica, el 14,9 % de sexual y el 18,6 % de persecución.
Para elaborar este sondeo, financiado por la Secretaría de Estado para la Igualdad y las Migraciones, UMAR ha encuestado a un total de 6.142 jóvenes de entre 11 y 21 años, de los que el 54,1 % se declara mujer, el 44 % varón y el 1,1 % de otros géneros. El 0,5 % no ha querido responder.
Aumenta el control, la persecución y la violencia física
Si se compara esta última encuesta con la del año anterior, hay un aumento general de la legitimación de comportamientos de control, persecución y violencia física, al tiempo que disminuye la justificación de la violencia sexual, psicológica y a través de las redes sociales.
No obstante, de un año a otro crece el porcentaje de jóvenes que admite haber sido víctima de violencia sexual en una relación, el 18,5 %, frente al 14,9 % del estudio publicado en 2023.
En la comparación por años UMAR no proporciona datos para poder comparar por géneros.
La UMAR - Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta - es una asociación de mujeres formada el 12 de septiembre de 1976. Como organización no gubernamental está representada en el Consejo Asesor de CIDM (Comisión para la Igualdad y los Derechos de la Mujer) desde 1977.
Nació de la participación activa de las mujeres en el 25 de abril de 1974 y de la necesidad sentida por muchas de ellas, de crear una asociación para luchar por sus derechos, en un contexto político nuevo.
La UMAR es hoy una asociación que llama al compromiso social feminista, involucrada en aumentar la conciencia feminista en la sociedad portuguesa.
En un tiempo de casi 30 años, UMAR logró unir a varias generaciones de mujeres,abriendo espacios de intervención para las más jóvenes y actualizando las viejas causas dando lugar a una nueva agenda feminista, trabajndo en temas tales como el derecho a la anticoncepción y el aborto, la lucha contra la violencia doméstica, la paridad en la toma de decisiones o la participación política en las iniciativas internacionales como la Marcha Mundial de las Mujeres.
Aunque a lo largo de su vida siempre ha mantenido el mismo logotipo y las mismas siglas, UMAR comenzó como la Unión de Mujeres Antifascistas y revolucionarias hasta 1989, cuando en su cuarto Encuentro Nacional se convirtió en el Movimiento para la Emancipación Social de la Mujer portuguesa. Finalmente, en la segunda mitad de los años 90, UMAR llego a la denominación que actualmente tiene: Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta.
La dirección de la UMAR combina hoy una nueva generación de mujeres con otras que han vivido intensamente con otros movimientos de mujeres de los años 70, en un intercambio de ideas y experiencias capaces de establecer vínculos entre las generaciones, con la idea de que la memoria histórica no se pierda, pero permitiendo los avances en el contexto de los nuevos tiempos y nuevas actitudes sobre el feminismo.
Cinco grandes etapas pasaron a través de la vida de la Asociación, no fueron planeados como orientación política. Surgieron de la vida, las luchas de las mujeres y se entrelazaron con la historia de los feminismos en Portugal.
De acuerdo a estas estadísticas, en general, los varones encuestados legitiman en mayor porcentaje que ellas distintas formas de violencia en las relaciones.
UMAR define «legitimar» no considerar como violencia los comportamientos abusivos sobre los que se pregunta a los jóvenes en este estudio.
En concreto, el 64,1 % de los varones legitima el control a su pareja, mientras que el 39,9 % lo hace con la persecución o acoso.
El 44 % de los jóvenes no considera violencia los abusos psicológicos
Asimismo, el 44 % no considera como violencia los abusos psicológicos, ni 25,5 % los que se producen redes sociales, ni el 13,9 % los físicos.
Por contra, el 46,8 % de las jóvenes legitima el control, el 24 % la persecución, 24,9 % la violencia psicológica, el 20,8 % la sexual, el 13,6 % la que se realiza en redes sociales y el 6,3 % la física.
UMAR destaca que, dentro de las conductas incluidas en la categoría de control, el 19,6 % de las chicas responde que su pareja les había prohibido vestir alguna prenda. Por su parte, el 39,8 % de los chicos legitima este comportamiento.
En el apartado de violencia sexual, es significativa la diferencia entre varones y mujeres en casos como «presionar a la otra persona para besarla delante de amigos», donde el 20,4 % de ellas lo legitima, frente al 38,6 % de ellos.
Si se toma en cuenta quién se declara haber sido víctima de alguna forma de violencia en una relación íntima, el 57,7 % de jóvenes que se declararon pertenecientes a un género diferente al masculino o femenino dijo haber sufrido control de su pareja, frente al 47,1 % de las que identificaron como mujeres y el 43,2 % de los que lo hicieron como hombres.
Las mujeres y personas de otros géneros sufren más violencia psicológica
El porcentaje se dispara en las personas de otros géneros víctimas de violencia psicológica (el 70 %) y persecución (el 60 %), y es también superior cuando se habla de violencia sexual (25 %), en comparación con el 41,8 %, 21,5 % y el 21,1 %, respectivamente, de las chicas que se declaran como tales.
En el caso de los jóvenes que se identifican como varón el 36,8 % afirma haber sido víctima de violencia psicológica, el 14,9 % de sexual y el 18,6 % de persecución.
Para elaborar este sondeo, financiado por la Secretaría de Estado para la Igualdad y las Migraciones, UMAR ha encuestado a un total de 6.142 jóvenes de entre 11 y 21 años, de los que el 54,1 % se declara mujer, el 44 % varón y el 1,1 % de otros géneros. El 0,5 % no ha querido responder.
Aumenta el control, la persecución y la violencia física
Si se compara esta última encuesta con la del año anterior, hay un aumento general de la legitimación de comportamientos de control, persecución y violencia física, al tiempo que disminuye la justificación de la violencia sexual, psicológica y a través de las redes sociales.
No obstante, de un año a otro crece el porcentaje de jóvenes que admite haber sido víctima de violencia sexual en una relación, el 18,5 %, frente al 14,9 % del estudio publicado en 2023.
En la comparación por años UMAR no proporciona datos para poder comparar por géneros.
La UMAR - Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta - es una asociación de mujeres formada el 12 de septiembre de 1976. Como organización no gubernamental está representada en el Consejo Asesor de CIDM (Comisión para la Igualdad y los Derechos de la Mujer) desde 1977.
Nació de la participación activa de las mujeres en el 25 de abril de 1974 y de la necesidad sentida por muchas de ellas, de crear una asociación para luchar por sus derechos, en un contexto político nuevo.
La UMAR es hoy una asociación que llama al compromiso social feminista, involucrada en aumentar la conciencia feminista en la sociedad portuguesa.
En un tiempo de casi 30 años, UMAR logró unir a varias generaciones de mujeres,abriendo espacios de intervención para las más jóvenes y actualizando las viejas causas dando lugar a una nueva agenda feminista, trabajndo en temas tales como el derecho a la anticoncepción y el aborto, la lucha contra la violencia doméstica, la paridad en la toma de decisiones o la participación política en las iniciativas internacionales como la Marcha Mundial de las Mujeres.
Aunque a lo largo de su vida siempre ha mantenido el mismo logotipo y las mismas siglas, UMAR comenzó como la Unión de Mujeres Antifascistas y revolucionarias hasta 1989, cuando en su cuarto Encuentro Nacional se convirtió en el Movimiento para la Emancipación Social de la Mujer portuguesa. Finalmente, en la segunda mitad de los años 90, UMAR llego a la denominación que actualmente tiene: Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta.
La dirección de la UMAR combina hoy una nueva generación de mujeres con otras que han vivido intensamente con otros movimientos de mujeres de los años 70, en un intercambio de ideas y experiencias capaces de establecer vínculos entre las generaciones, con la idea de que la memoria histórica no se pierda, pero permitiendo los avances en el contexto de los nuevos tiempos y nuevas actitudes sobre el feminismo.
Cinco grandes etapas pasaron a través de la vida de la Asociación, no fueron planeados como orientación política. Surgieron de la vida, las luchas de las mujeres y se entrelazaron con la historia de los feminismos en Portugal.
Athena Begin
EFE
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